Los pobladores de origen Maya expresan su cultura Maya, historia, y religión a través de bellos diseños tejidos en una variedad de estilos, colores, materiales y técnicas de elaboración.
En Guatemala existen más de 800 diferentes estilos de vestimenta. Cada comunidad indígena Maya viste con su traje regional tradicional. En Santa Lucía Utatlán, donde Mil Milagros labora actualmente, las mujeres visten con el huipíl caracterizado por un diseño en patrón zig-zag, con bordados en el cuello y las mangas, usualmente adornado con pedrería pequeña y brillante. En el video adjunto puede apreciarse la belleza y colorido del traje regional de Santa Lucía.
Las diferencias regionales de vestimenta fueron establecidas por los españoles en tiempo de la colonia, con el propósito de la recaudación de impuestos. Durante la guerra civil entre 1960 y 1966, esta tradición de la vestimenta se utilizó para localizar a las comunidades. El color, estilo o símbolos representados en los huipiles, permitía a los soldados conocer la edad, estatus económico y origen étnico de las personas portadora, permitiéndoles llevar a cabo agresiones planificadas. Durante la guerra civil, más de 200,000 Guatemaltecos fueron asesinados o desaparecidos forzosamente. 83% de las víctimas fueron indígenas. A pesar de esos años de oscura historia, la población Maya indígena continúa luciendo su traje con orgullo, y para mantener su cultura vigente, enseñan a las nuevas generaciones, las técnicas de sus tejidos.
A través de los siglos, mujeres Mayas han utilizado el telar de espalda para laborar su ropa. Se le reconoce como tejedor de espalda porque las tejedoras lo colocan alrededor sus cintura, y pueden colgarlo de un árbol o poste para mantenerlo firme.
Los textiles se tejen con hilos de algodón teñidos por las tejedoras, utilizando flores, vegetales, hierbas y cortezas de árbol, obteniendo así, vivos colores.
Actualmente, los trajes regionales comúnmente lo usan las mujeres, pero en algunas comunidades aún puede verse a hombres con sus propias vestimentas que consisten en pantalones y camisas bordadas.
En el traje de las mujeres, las prendas mas comunes consisten en un huipil(blusa), faja (cinturón), y el corte(falda). Dependiendo de la región, pueden observarse otros accesorios como la cinta (banda para la cabeza), el toyocal (listón ancho entrelazado en la cabeza), y el tzute, que puede llevarse en la cabeza, o como un rebozo para cargar a un bebé en la espalda.
Los textiles Maya son famosos por su brillante colorido y representan varios motivos en forma geométrica, incluyendo diamantes, estrellas y zig-zags. Y con motivos orgánicos como plantas, flores, insectos, y animales. También aparecen figuras humanas como santos. Cada uno de estos multiples símbolos poseen un relevante significado en la cultura Maya.
Los zig-zags representan volcanes y montañas o a Gucumatz, la imagen de la serpiente emplumada a la que los Mayas le atribuyen la creación de la humanidad. Así mismo creen que la serpiente es la guía que protegerá nuestro caminar por la vida.
La interpretation de los diamantes varía dependiendo de los símbolos o diseños que se tejan a su alrededor. Pude que represente los cuatro puntos de del universo, las plazas de los pueblos, utensilios y aún a la tejedora.
El quetzal, ave nacional de Guatemala, es considerado como el símbolo de la bondad y la luz. Puede verse en la variedad de los diseños tradicionales.
Las flores representan la fertilidad o nueva vida. El árbol de vida es otro símbolo común representando el ciclo de vida del ser humano: nacimiento, crecimiento, reproducción y muerte.
Las palomas son las ‘reinas del paraíso’ proveedoras de vida y nutrición.
El águila bicéfala presenta diversas interpretaciones de su simbolismo. Sus dos cabezas pueden sere representativas del bien y el mal, pasado y futuro, o el paraíso y la tierra. El águila frecuentemente es tejido al estilo geométrico.
El traje regional no solo lleva como un adorno estético. Lucir el traje regional ha sido motivo de inspiración para mujeres indigenas como Rigoberta Menchú, quién lucía su traje al recibir el Premio Noble de la Paz en 1992, demostrando así su cultura al resto del mundo. Este es parte integral de la identidad y un motivo de orgullo para muchas. “Cuando llevo puesto mi traje, me siento arraigada a mis raíces’. comenta Isabel, Coordinadora de educación para Mil Milagros.