“Muchas veces, el niño solo piensa...llegar a sexto primaria y ponerse a trabajar. Pienso que MM hace un gran labor enseñarles a los estudiantes que esas habilidades que les permiten conseguir su desarrollo personal aquí en Guatemala."
"De modo, [la lectura] configuró en mí lo que yo soy ahora. Ahora soy maestro, me dedico a educar a jóvenes de secundaría, de básico. Y también me gusta la escritura y promover la lectura en otras personas, principalmente en niños y jóvenes."
Lester es un autor, profesor de la escuela básica y promotor de Mil Milagros. Él nació en Totonicapán pero creció en Santa Lucía Utatlán. Su casa se queda por la carretera interamericana, alrededor la puerta a su comunidad. A Lester le encanta leer; aún el nombre de su gato refleja su pasión para el género de la fantasía.
“Le presento a Arya, como la personaje del Juego de Tronos,” Lester dice, indicando al gato durmido en el suelo. “Al inicio, ella era Tyrion porque pensamos que fuera un macho, pero nos enteramos que es hembra, por eso, lo cambiamos.”
Cómo un niño de Santa Lucía Utatlán, Lester tenía poco acceso a los libros y no le gustaba leer en la escuela. Cuando entró el sexto primaria, él empezó de leer un poco más, recogiendo materiales por donde los conseguía: un periódico echada en la calle durante su camino desde la escuela, un libro por la casa. Cuándo él entró al internado, allá se dio cuenta de su pasión para la magia de los libros.
Aunque solo tienen 28 años, Lector ya ha realizado su sueño de escribir una novela del género fantasía para jóvenes. En 2018, él publicó “Betel y el Triángulo del Invierno.” El libro es el primero de una trilogía planificada y es muy popular. “Ya me han hablado de los niños, ‘mira me gusta tu libro!’ Y ¿cuándo vas a salir del otro?’” comparte Lester.
Con un segundo libro en el proceso de la publicación y un manuscrito del tercero en desarrollo, es una maravilla que Lester se encuentra con el tiempo para apoyar con el programa de Educación de Mil Milagros.
“Fue hasta este año, a los finales del año pasado, cuando Lucy, German e Isabel, vienen conmigo y me piden mi apoyo,” dice Lester. “Me comentan ellos que el área de lectura donde están trabajando, principalmente lecto-escritura con niños pequeños, y querían que yo aportara algo. Yo con todo el gusto del mundo pues, dispuse colaborar con ellos. Diseñamos como un pequeño programa de lectura, para que los maestros lo trabajaran en sus salones de clases.”
En el marzo del 2019, Lester, con otros maestros de los grados pre-primaria y primero de las escuelas de Mil Milagros, asistió un taller con el experto de la lecto-escritura de Boston y miembro de la Junta Directiva MM, Juan Antonio Gil. Durante ese taller, Lester aprendió nuevas técnicas para enseñar la lecto-escritura a los niños.
La pasión por los libros también le convirtió a Lester al candidato perfecto para ser un juez en la competencia de escribir cuentos. Los niños de los grados pre-primera al sexto escribieron y dibujaron sus propios cuentos originales. Lester, más dos otros jueces, leyeron los cuentos y les dejaron impresionados por la imaginación de los niños.
“Tuve la oportunidad de leer a cerca de 38 libros con varios cuentos cada uno y fue interesante de ver la imaginación de los niños, puesto en papel,” dice Lester con una sonrisa. “Ellos imaginan de todo…ratones que hablan, ratones que son caballeros, cosas así, que son muy interesantes.”
Esos individuos, como Lester, son el clave para inspirar a los niños en la comunidad para que se enamoren de la lectura. Entre la escuelas aliadas con Mil Milagros, 97% de los estudiantes de sexta primaria se graduan, en contra de un promedio regional de 51%. Eso no sería posible sin asegurar que cada niño puede leer, escribir y entender información desde una edad temprana.
“MM [tiene] sus enfocas en la lectura. Yo he participado en este parte. Y me ha parecido genial que se promueva la lectura porque es una herramienta para el futuro de los estudiantes...por supuesto que es importante para las comunidades porque estamos en un municipio en donde las oportunidades para las personas son pocas,” dice Lester. “Muchas veces, el niño solo piensa...llegar a sexto primaria y ponerse a trabajar. Pienso que MM hace un gran labor enseñarles a los estudiantes que esas habilidades que les permiten conseguir su desarrollo personal aquí en Guatemala.”
Una donación de $50.00 puede brindar una aula de clases con libros de cuentos para lectores felices. Done hoy para sembrar una pasión de la lecto-escritura a los niños de Guatemala rural.