En Guatemala rural, uno de cada tres mujeres no tiene accesibilidad a los servicios de salud y planificación familiar. Wuqu’ Kawoq - Alianza Maya para la Salud - brinda las capacitaciones acerca de la salud de la mujer a las comunidades por donde Mil Milagros trabaja.
“Arriba, arriba, a la izquierda!”
En la comunidad de Los Manantiales, por Santa Lucía Utatlán, un pequeño grupo de mujeres indigenas mayas juegan una versión de “colocar la cola del burro” pero para identificar las partes del aparato femenino. Una participante se queda parada en la frente, con ojos tapados, mientras que las otras le dirige por donde colocar el papelito con la imagen de una trompa de falopio. Después de mucha risa, ella se la coloca exitosamente y se destapa los ojos, sonriéndose. Este grupo de mujeres está participando en su primera capacitación de Salud de la Mujer con Wuqu’ Kawoq - Alianza Maya para la Salud. La primera lección se trata de lo siguiente: aprender sobre la anatomía femenina y masculina.
En Guatemala rural, las mujeres indigenas tiene poco accesibilidad a la educación y mucho menos a los temas de sexualidad. El embarazo adolescente, las enfermedades venéreas y la muerte materna son problemas constantes entre toda la población indígena. Uno de cada tres mujeres indigenas no tiene acceso a los servicios de salud y la planificación familiar. Muchas faltan el conocimiento básico sobre su propia anatomía.
“No sabíamos el nombre de nuestro propia cuerpo.” - Ricarda, participante de Salud de la Mujer.
Wuqu’ Kawoq se dedica brindar la educación sobre la salud de la mujer directamente a las comunidades rurales guatemaltecas por utilizar su propio dialecto maya. Dos enfermeras de Wuqu’ Kawoq trabajan con las coordinadoras de Mil Milagros para implementar el programa de Salud de la Mujer en Santa Lucía Utatlán.
Las participantes se juntan semanalmente en las salones escolares y hogares individuales por seis semanas para platicar de los temas de la anatomía, la planificación familiar, la menstruación y la menopausia, la nutrición sana durante el embarazo, el cáncer (él de la matriz y de la mama), la violencia intrafamiliar y las relaciones sanas.
“Hay poco accesibilidad a la educación, sobre todo, hablando de temas de sexualidad. Sigue siendo tabu hablar de sexualidad entre las familias. La mayoría de las indigenas manejan idioma maya, o en este caso, K’iche’. Tratamos de proporcionar las clases enfocándose en su cultura, respetando sus creencias. Sin embargo, considerando que es muy importante que ellas sepan empezar conociendo su cuerpo,” dice Susana, una enfermera de Wuqu’ Kawoq.
La planificación familiar y el uso de anticonceptivos es un tema en que muchas mujeres no conocen. Por no tener acceso a las anticonceptivos, resulta en un embarazo no planificado y las enfermedades generales. Las creencias religiosas, la presión familiar y la falta de educación previenen que las mujeres no obtengan autonomía sobre sus propios cuerpos.
“Hablamos de los métodos anticonceptivos. Sin embargo, nos enfrentamos a barreras, como la religion, las creencias, la suegra, o el machismo, que siguen absorbiéndolas. Nuestro primordial, al final de toda nuestra intervención, es empoderar a las mujeres, a dar cuenta que ellas mismas pueden tomar sus decisiones solas, sobre su cuerpo y sobre su familia.”
Las talleres no únicamente se tratan de la salud física. La violencia intrafamiliar también es un problema de altísima importancia en Guatemala. Según las Naciones Unidas, Guatemala tiene uno de las tasas más altas del femicidio en el mundo. Dos mujeres mueren diariamente por la violencia intrafamiliar. La masculinidad tóxica, conocida como el machismo, se queda destacada. 80% de las mujeres indigenas tienen que pedir permiso de sus esposos para salir del hogar. Las talleres enseñan a las mujeres que tienen el derecho de tomar decisiones y realizar cambios.
“Acá en Guatemala, [la violencia intrafamiliar] se sigue dando y las más que sufren son las mujeres dentro de la comunidad,” explica Susan. “Ya lo ven lamentablamente cómo algo normal cuando no lo es. Y no saben cómo actuar o qué hacer para quitar todas estas situaciones, qué se pueden dar dentro del hogar, dentro de la comunidad o dentro del grupo.”
Al terminar con las capacitaciones, las mujeres pueden elegir de recibir varias opciones de las anticonceptivas a la corta y larga plaza, más un Papanicolaou por las enfermeras de Wuqu’ Kawoq. En Guatemala, el cáncer la matriz es la más común entre las mujeres de las edades 15 - 44. Los Papanicolaous no están disponibles para muchas que viven por areas rurales y la mayoría de las mujeres nunca ha recibido ese tratamiento anteriormente. Proveer este servicio es un paso de la prevención.
Al fin de las seis semanas, las participantes realizan un aprendizaje comprensivo de la salud sexual y de planificación familiar, el embarazo sano, la prevención del cáncer y las relaciones intrafamiliares. Esas mujeres son empoderadas por su conocimiento y por la primera vez, se sienten que en control manejando su propia salud y cuerpo.
Mil Milagros es muy feliz por aliarse con Wuqu’ Kawoq para brindar esos talleres y servicios a las comunidades socias. Para aprender más a cerca de Wuqu’ Kawoq - Alianza Maya para la Salud, conozca su sitio web aquí.