Juan Antonio Gil es un miembro de la Junta Directiva de Mil Milagros y un experto de la alfabetización. Anualmente él regresa a Guatemala nativo para enseñar las destrezas de la lectura a los estudiantes de grados pre primero y maestros de primero que son parte de las escuelas aliadas de Mil Milagros.
Yo escuché de Mil Milagros de una amiga de las escuelas públicas de Boston. Ella me invitó para hacer un taller de poesía y arte con sus estudiantes de Kindergarten que era parte de una recaudación de fondos para Mil Milagros. Allí conocí a Margarita y desde ese momento Margarita estuvo en contacto conmigo. Luego, Margarita me invitó a ser parte de la junta directiva de Mil Milagros. Fue en el momento ideal porque yo estaba jubilandome de las escuelas publicas y así es como comenzó mi encantamiento con Mil Milagros.
Primero, me inspiró escuchar a Margarita dar sus presentaciones y hablar de Mil Milagros. Después, cuando fui por primera vez a Guatemala a un viaje exploratorio para ver si los maestros estarían dispuestos a participar, volví a enamorarme de mi propio país. Ver cómo trabajaban las madres. Ver cómo los niños lucían de saludables con unas caritas sonrientes. Fue como enamorarme de mi propia gente de nuevo.
Siempre menciono 3 cosas. Primero es la transparencia. La transparencia del programa que es algo único en Guatemala. Yo he dicho que la carta de presentación de Mil Milagros es transparencia. Y yo lo he visto y confirmado con mi trabajo en las comunidades en Guatemala.Luego, el involucramiento, el trabajo, y el esfuerzo de las madres que también pienso es algo único. Ha funcionado trabajar con las madres porque por primera vez se les ha dado a ellas una voz, una voz con la cual opinar y tomar decisiones. Yo considero que es sumamente importante la presencia de las madres en las escuelas asociadas a Mil Milagros. Para los niños es algo muy especial. Ven a sus madres como personas importantes quienes están aportando y apoyando a las escuelas. No se ve eso fácilmente en otras escuelas. Luego, son los niños. Verlos felices. Verlos ansiosos por aprender. Es algo muy importante porque tal vez nunca han recibido la atención que le damos como Mil Milagros. Se ven tan felices recibir los materiales, escuchar las historias. Ellos quieren estar en la escuela. Vienen en parte porque están siendo alimentados diariamente pero al mismo tiempo ellos quieren ser educados. Ellos quieren aprender más. Entonces, estamos cumpliendo dos misiones sumamente importantes en el desarrollo de los niños.
Repito que el dinero sería usada por una buena causa. Todo va la ayuda de los niños y a desarrollar los diferentes programas. Tambien, les explicaría lo completo que es Mil Milagros, que tenemos un balance entre un programa y el otro y que a todo se le da la misma prioridad. Es un programa completo pero a la vez muy balanceado.